lunes, 30 de noviembre de 2009

Gracias a Esteban Vera y a Sofía Lobo de Agencia NAN



Bypass en Vera Vera Teatro.-

Tras diez años de distanciamiento, cuatro amigas se reúnen con motivo de la despedida de soltera de una de ellas. Sin embargo, el reencuentro servirá para comenzar a decirle adiós a las culpas y sacar los trapitos al sol: las pulsiones se sobreponen a las convenciones, surgen los replanteos. “Mantener la ilusión de una vida segura es más dañino que asumir el reto de buscar lo que deseamos”, explica la autora y directora Jimena Repetto.




Por E. V.
Fotografía de Sofía Lobo

Buenos Aires, noviembre 30 (Agencia NAN-2009).- La pieza tiene como protagonista a un grupo de jóvenes que promedian los 30 años y que se reencuentra en una despedida de solteras, cita que concluirá inesperadamente. Todo comienza en 1997 cuando, durante un viaje de egresados, cuatro amigas hacen un pacto: la primera en casarse deberá pagar el stripper de la despedida de soltera. Pasan diez años y Socorro lo hace: se unirá en matrimonio con Tincho, a quien conoció justamente en Bariloche. Ahora bien, no todo es lo que aparenta: esa noche salen a luz viejos anhelos, rencores, dudas y deseos postergados. Articulada en torno a esos conflictos avanza Bypass, una comedia de enredos pasada por ácido lisérgico. La obra, escrita por la joven dramaturga Jimena Repetto y dirigida junto a Melisa Freund, se podrá ver en el Vera Vera Teatro (Vera 108, Villa Crespo) el próximo sábado y el viernes 11 de diciembre a las 21.

Poblada de situaciones desopilantes, la obra es el retrato de un grupo de amigos que comparten grados de insatisfacción. Así, se presentan interpretaciones compactas, sobre todo por la palpable conexión entre ellos y por la precisión en el aprovechamiento de las situaciones. Actúan Natalia Ávila (Rochi). Andrés García Dietze (Tincho), Celeste Morchio (Clara), Juan Santiago Privitera (Agusto), Julieta Sánchez (Socorro) y María Soledad Manes (Flavia). Mientras Socorro, Flavia y Rocío celebran la despedida de la libertad de la primera, Clara, la Miss Bariloche 1997, llega tarde a la reunión, pero (intencionalmente) se reencuentra con el novio de su amiga.

En Clara se manifiesta explícitamente el planteo de la obra, el “qué hubiera sido, si…”: “Yo tengo una carrera, una vida, un ex novio… Lo que yo quiero es justicia, que las cosas sean como siempre debieron ser”, reclama. En Bariloche, a ella le gustaba Tincho, abogado y futbolista amateur, pero Socorro lo enamoró primera. Como si el tiempo no hubiera pasado, ella, vestida de médica, trata de seducirlo y le revela a él un secreto de su novia. Rechazo de por medio, Clara lo golpea con un trofeo. En trance, él recuerda el viaje a Bariloche y se da cuenta de que ya no quiere casarse y que vive una vida ordinaria junto a Socorro.

Así, el drama va resolviéndose desde el ensueño: la exacerbación de la fantasía logra crear un efecto de verdad para Tincho. “Quería escribir una obra en la que se mezclaran niveles de realidad. O sea, un plano real, uno onírico y uno que conjugara ambos. Ése fue el mayor desafío, porque en definitiva nada es lo que parece y hay muchas formas de ver las cosas”, explica a Agencia NAN la dramaturga Jimena Repetto, también poetisa y novelista.

De vuelta en la fiesta, Agusto, amigo de Tincho y compañero de equipo de fútbol, hace de stripper. Y como no todo es lo que parece, Socorro se va con él. Pero no es a esta mujer a quien el nudista quiere, sino a su amigo, aunque no pueda obligarlo a abandonar a su futura esposa. Mientras tanto, el futuro esposo descubre en el mundo de los sueños que desea a Agusto. Y ya se adelantó que Clara desea a Tincho, aunque la verdad sea que ella sólo se quiere a sí misma. En resumen, Bypass presenta una historia de cruces, desengaños amorosos y deseos relegados.

--¿Qué la motivó a contar esta historia?
--Creo que la historia siempre es más fuerte que uno. Se impone. Supongo que ésta se impuso por el deseo de contar cierto estado de los vínculos en nuestra generación o en nuestra sociedad. A la vez hay un deseo de develar las formas edulcoradas y extremistas en las que se construye culturalmente ese sentimiento extraño que es el amor.

--¿Se trata de una obra de jóvenes desencantados que no asumen lo que quieren, que postergan sus deseos para mantener una vida segura?
--Supongo que se trata de jóvenes a los que les cuesta asumir lo que desean, pero a quién no le cuesta. Nos pasa un poco a todos, ¿no? Mantener una vida segura, o esa ilusión, siempre es más dañino que asumir el reto de buscar lo que deseamos. Incluso hay deseos contradictorios que colapsan en estos personajes. Creo que siempre hay cierta fragilidad en el acontecer. Por otro lado, debería haber cierta fortaleza para seguir un camino ante las contingencias. Uno debería tratar de cambiar un estado de la cuestión con coherencia hacia lo que uno quiere y cree, y, a la vez, respetando el deseo y las necesidades del otro.

--¿Le parece que eso ocurre en los jóvenes que están llegando a los 30?
--Creo que ir atrás de los sentimientos es difícil para todos, antes y después de esa edad. La sinceridad con uno mismo es un objetivo atemporal. Puede que cerca de los 30 uno se pregunte si realmente va por el camino que quiere, porque hay un paradigma social que impone certezas en la adultez. La pregunta sería si se llega con certezas absolutas. Yo creo que muchas veces no, y pareciera que la adultez se define por la capacidad y necesidad de decisión.

Con la cumbia “Vete de aquí” y otras canciones kitsch, la pieza recrea un ambiente propicio para la recepción psicológica de la trama, por momentos onírica. A su vez, el dispositivo escénico (la habitación de un departamento, con una bola de boliche y trofeos de fútbol) refuerza la intencionalidad de la historia. De esta manera, la obra consigue sostener durante todo su desarrollo el mismo nivel de interés.

Blog: http://bypassteatro.blogspot.com


REPECHAJE: SÁBADO 5 Y VIERNES 11 21 HS VERA 108

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