domingo, 13 de abril de 2008

A y O, Capítulo 4: imposible saberlo

Estuve dos días afuera de mi casa. Como era de suponer, me olvidé de mis compañeros aleteados lo cual los privó de su única comida diaria. Ayer llegué a mi casa y tuve pesadillas de esas tan ridículas que una se pregunta a qué teme. Me desperté a las siete muerta de frío y con esa sensación angustiosa de que los domingos, quiérase o no, las siete de la mañana es aceptable como hora de llegada y sueño y no de comienzo del día. Fui al baño, me lavé la cara, prendí la compu para leer los diarios del día hasta que me acordé que Giru y Fonsina estaban en el frasco sin alimento.
Tal vez por el hambre, tal vez por el estrés que les provoca extrañarme, los dos daban vueltas compulsivamente en sus tres litros de agua. Los alimenté y subieron sin miedo a ser pescados a comer su alimento. Era más que obvio que todo fue por hambre. Sin embargo, con mi insomnio dominical sigo pensando, que un poco lo hicieron como para decirme "loca no puedo vivir sin vos".

3 comentarios:

Maria Turner dijo...

no hay que depender de que dependan de uno.

Anónimo dijo...

ayyy, la frase del año la tiro mariam al pasar!!

che... literalmente no pueden vivir sin vos, loca!!

dales de comer!!

Ji. dijo...

jajaja es verdad!!!

Besos

y Vivi actualizá tu blog!