No creo en las mañanas frías.
para nada
ni en las sábanas que no sean
de algodón
ni en los cafés donde no vuelen
las palomas
No creo que existan
mañanas así
no creo que puedan
presentarse
Me voy con las manos
manchadas con restos de noche
a esconderme bajo una almohada
dentro de la taza
nado en el desayuno
blanquimarrón
y me digo
que no existe esta mañana
y me canto un arrorró
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2 comentarios:
Hablamos de domingos, no? Yo dormí la siesta y leí un poco. El clásico del domingo.
Besos, compañera de tallarines saltados.
suele pasar, besos!
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