lunes, 28 de abril de 2008

Obligaciones compulsivas

Tengo listas y listitas de cosas por hacer. Un día descubrí que cuando algo me daba vueltas pro al cabeza interrumpiendo el curso normal de mis tareas, era mejor dejarla por escrita en una de mis libretas para cuando tuviera tiempo. Entre mis listas figuran libros por leer, mails por mandar, reclamos por hacer, tonterías por comprar y un millón de cursitos que me gustaría empezar cuando tenga tiempo. Si bien cada lista es diferente a la anterior, siempre hay cosas que se mantienen, cosas que postergo y postergo hasta que la lista se pierde y siento que ya no me van a bailar en la cabeza a la mañana como obligaciones postergadas. Hoy encontré una lista del año pasado y me llevé una sorpresa. Entre mis obligaciones figuraba ver una película que justo vi ayer sin acordarme que alguna vez la había anotado como obligación. Por suerte, mi inconciente me jugó una buena pasada y pude disfrutarla como una casualidad de domingo. A ver si el domingo que viene cumplo dos o tres puntos de la lista por puro placer, a vr si se vuelva divertido ir al zapatero o llamar al plomero. No pierdo mis esperanzas, podría pasar.

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