sábado, 5 de abril de 2008

Leyendas del paraíso

Ayer con Anita, Diego, David, Jorge y Lucas tuvimos la suerte de leer en el bar Libario junto con la más que agradable compañía de Trebian -grupo por demás recomendable. Gracias a haber invitado a poca gente y esperar que llegara la gente equivocada -una no se resigna a la ausencia-, me vi con mi alma y mis poemas en mano leyendo a un auditorio más que cálido.
Por supuesto que tuve mi ataque de fóbia escénica inicial que me llevó a leer sentadita en un rinón, comerme letras, cambiar palabras y susurrar poemas. Lo que sí, para anticiparle al público quién era la que se escondía detrás de los parlantes, hice una pequeña introducción improvisada que se ve que, en un rapto de lucidez, bien explica mi sensación cuando leo poemas en público -culpemos al alcohol. Pronuncié, micrófono en mano, una pequeña comparación. Lo que siento cuando leo en público, es que ejecuto un acto desde ya masoquista, algo así como leer el ridículo poema que escribí en la primaria -primer grado- a mi ridículo compañero de banco -que se llamaba Matías y me dibujaba corazones rojos en su cuaderno, en hojas que después arrancaba para hacérmelas llegar en aviones que arrojaba provocando que, luego, la maestra citara a su madre y quedara en evidencia nuestro fugaz y trágico amor, cuando ya, meses después a Matías lo expulsaron por mala conducta-. Es como sí, vuelvo, ese poema rimado y escrito con mi Párker rosa, lo leyera frente a toda la escuela en el mismísimo momento en el que se iza la bandera.
La diferencia, calculo, es que tengo 21 años de más y que ya ningún Matías se arriesgaría a que lo rete una maestra por cortar las hojas de un cuaderno Rivadavia forrado de verde para Inglés. Y, lo peor, que yo sigo por los Matías escribiendo los mismos poemas ridículos rimados y, peor aún, los leo, frente a un auditorio en el que se ausenta el receptor.

3 comentarios:

ce dijo...

que bueno que dijiste el nombre de este lugarcito ayer, porque me permitió encontrarte para decirte que lo que nos compartiste fue realmente hermoso, como de seguro será todo por acá, cosa que yaya empiezo a recorrer.
:)

Anita dijo...

Pero que bonito susurraste tus poemas de cajita de música. Se te escuchó muy bien y leíste cosas lindas.

Besos enormes.

Ji. dijo...

Mil gracias, chicas!
Qué bueno que hayas entrado Ceci, ya mismo voy a entrometerme en tu blog!

Besos!

Pd: gracias Aniten por ayudarme a romper mi propio hielo...soy un rolito!