martes, 15 de abril de 2008

El otro yo

En Readers Digest había una memorable sección llamada "citas citables". Lo importante de la sección y de las citas en cuestión, era mucho más quién decía la cita que la cita en sí misma que, en general, era digna de un diálogo de cola de panadería. Moraleja: la cita, para sostenerse en el tiempo, requiere de un autor -no así los refranes, digamos-.

Hoy cité a un amigo, pero lo cité en un diálogo con él mismo. Lo más gracioso es que no recordaba haber dicho lo que efectivamente me dijo a lo que me respondió -y se respondió- "¿Pero quién te dijo esa boludez?". A lo que le respondí "en boca cerrada no entran moscas".