martes, 29 de septiembre de 2009

Arte de magia

A veces la ciencia se queda corta al tratar de explicar un fenómeno complejo llamado "relaciones interpersonales".

Será que la mayoría de los estudios se quedan cortos y no analizan el amplio abanico de medios en el que hoy las personas se comunican y vinculan: a ver, ¿cuántos papers analizan el significado oculto de los mensajes muro a muro, sms, msn, toques, zumbidos. La complejidad del medio hace que se dificulte la simpleza de los mensajes.

Voy al caso particular:


ESTOY PASADA DE TAREAS: PASADA ES PASADA, ESTRESADA, ME DUELE EL CUELLO, MUY OCUPADA, TENGO INSOMNIO, NO DESCANSO Y ME DUERMO EN LOS COLECTIVOS.

Si me saco una foto tengo ojeras. Si miro al lado de mi cama hay una pila de ropa, si abro el mail tengo 1023 mensajes sin abrir.

En este estado de la cuestión, a una semana del estreno, con la cabeza flotando entre nubes de azúcar, como siempre, no puedo cumplir con todo. Será raro de entender, pero es así.

En en medio de esta situación me veo forzada a explicar mediante varios medios electrónicos, nunca cara a cara, la dificultad que tengo en este momento de hacer algo a tiempo, sin que eso implique mala voluntad, o falta de interés, o ganas de no hacerlo. El "no puedo" entonces se ve llevado al plano de las elucubraciones más maravillosas en als cuales se supone que estoy panza arriba disfrutando de mis obligaciones pendientes y mirando los pájaros volar en primavera.

Y no.

Estoy ocupada. Sin reencores. Sin evasiones. Sin más que el mensaje mismo.

Y cuando me desocupe un poco, con gusto, me reocuparé de todo lo todísimo que hasta ahora no pude hacer.

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