viernes, 22 de mayo de 2009

Cajas

Estoy guardando mis cosas en cajas. Falta poco para la tan esperada mudanza.

Estoy feliz. Estoy en pánico. ¿Cómo puede ser que esos dos sentimientos convivan así tan fácil?


Lo más difícil de armar cajas es elegir qué va adentro. Qué se viene, qué se queda, qué se va a la basura o se regala. Cada objeto tiene su carga, así que guardar es un ejercicio de revisión emotiva.


Es impresionante la cantidad de cosas que junté en los últimos seis años. Desarmo mis propios museos.


Creo que cuando vuelva a abrir las cajas que cierro va a ser la felicidad plena. Me molesta el encierro hasta de mis cosas...


Por otra parte creo que es momento de dejar la inestabilidad habitacional que me sacudió el último año y hacer pie en algún lado...y es muy hermoso si ese lado tiene un mirador.

2 comentarios:

Estar latiendo dijo...

¿Nos juntamos a tomar alguna clase de infusión cuando estés instalada en la casa del mirador?

besos de uva:

Ju

leit0 dijo...

Yo también me estoy mudando.

Exitos con eso

y por muchas cajas más