jueves, 12 de febrero de 2009

Sobre el dichoso arte de elegir o cómo detestar la adultez y adolescer

Lo que me pasa es que creo que extraño. Me levanto a la mañana y me falta algo. Esa indescriptible sensación de que un otro va a venir a elegir por una. Ahora que ¿decidí? derrumbar el techo las opciones son chapa, tejas, policarbonato o vidrio. Para mí un techo era un techo. El constructor dice que tengo que pensar que es para toda la vida. Yo lo miro. No estoy preparada para decidir algo para toda la vida. Me es más fácil pensar que se paga en cuotas (24) a dos años. ¿Qué es para toda la vida? Me dice que piense cuál es el techo que cubre mis necesidades. Tejas no. No me gustan las tejas en los phs. Tejas para cuando viva en Los Alpes. Chapa es más barato. Dicen que cuando llueve hacen ruido. Me gusta el ruido de lluvia. Las chapas vienen de colores. La puerta es verde, podría hacer que combinaran.
A la noche me voy a dormir y no duermo. Ayer fue el primer encuentro de BYPASS con elenco completo. Qué raro que es pensar en eso. A veces creo que voy a entrar en pánico. Se supone que ahora esté escribiendo un trabajo. Hace dos horas que volví de la obra y no pude atar dos palabras. Pánico de tomar una mala decisión. ¿Y si realmetne hacen tanto ruido las chapas? ¿Por qué no quedarme con als tejas que ya están en la terraza del desmonte del techo? ¿Quedarse con lo que una tiene malo y conocido o apostar a lo bueno por conocer aunque todo el mundo insista en que van a hacer mucho ruido? Yo no quería derrumbar el techo. No quería. Me levanto a la mañana casi sin dormir. Pienso que me gustaría consultar con alguien. ¿Si le pregunto a mi viejo? Me va a mandar a hacer todo un techo nuevo de algún material archimodernocool que yo no sepa ni que existe. A mi vieja le gustan las tejas. ¿Lanzo una moneda?
Ayer fui a tres de Febrero a buscar los caños. Llegué y estaba cerrado. La gente duerme la siesta. Una hora y media hora sola en el único lugar abierto: una panchería. Tengo que volver el sábado porque no tenían el tanque. Creo que extraño que siempre las cosas estén sin que una sepa cómo.

El 176 va a la ruta 8 al 9600 donde está el tanque.
Mi puerta mide 1,10 metros.
Tener 28 años es una pesadilla.


Le pregunto a Meli si por contiguidad el domingo filmamos con ropa de verano o de invierno. Me responde media estación. Le pregunto si mangas cortas o tres cuarto. Mangas cortas y saquito rojo. Como un cuento. Le digo que detesto tener 28, pero a veces me encanta. Ayer en el ensayo pensaba eso.

Mientras volvía de tres de febrero, después de perder seis horas, hice una lista de gente que va a estar invitada cuando me mude.

No sé en qué momento este blog se transformó en un diario de construcción. De mi casa y de mi madurez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Chapas: ojo, me gustan , tiene algo de primario, de origen , pero tiene que tener un muy buen aislante y otras cosas que le ponen en el medio , antes del machimbre, porque si no te morís de calor.
FC

Ji. dijo...

ya está, va a ser vidrio, me convencieron. Pero eran muy lindas las chapas verdes...aunque dieran calor, ruido y vaya a saber una cuántos males más...